jueves, 18 de noviembre de 2010

Fray Santiago cuenta qué está pasando en la Basílica del Valle de los Caídos

La invención de Palestina

Por Horacio Vázquez-Rial
(Envía Patrick Gerassi)

Los palestinos, tal como se conoce hoy a los pobladores árabes del territorio aledaño a Israel, Jordania y Egipto, existen desde 1967. El nombre de Palestina –en concreto, Siria Palestina– se deriva, por decisión del emperador Adriano, que reinó entre 117 y 138 d. C., del de los filisteos, pueblo que había desaparecido alrededor del 500 a. C.

El propósito imperial era el de eliminar el nombre de Judea de la topografía después de la segunda guerra judeo-romana, o rebelión de Bar Kojba. Tras la destrucción del Templo, en el año 70, y de las batallas que se sucedieron hasta el 73, Roma estableció en Judea una legión (la X Fretensis) para impedir cualquier conato de subversión. La dirección política y religiosa de los judíos quedó en manos del Sanedrín (clandestino e itinerante por entonces). Pero ninguna de esas medidas bastó para contener las ansias de libertad del pueblo hebreo, incrementadas por el propósito de Adriano de fundar una nueva ciudad, la Aelia Capitolina, sobre las ruinas de Jerusalén (destruida por las tropas de Tito en el 70), y por los decretos del emperador que prohibían la circuncisión y la santidad del sabbath.

Bar Kojba, a quien algunos consideraban el Mesías, tuvo éxito inicialmente. El hombre gobernó de manera integral durante más de dos años un Estado judío: llegó incluso a acuñar moneda. Adriano reaccionó y reunió en Judea varias legiones, más de las que había convocado Tito en el 70. Logró sitiar y derrotar a Bar Kojba en la fortaleza de Betar. Hay diferentes estimaciones, pero es seguro que perecieron más de 500.000 judíos en aquella guerra (proporcionalmente, para la población de la época, más que en los campos nazis). Los que no murieron, se exiliaron o se convirtieron en esclavos.

Según Dion Casio, 50 ciudades fortificadas y 985 aldeas fueron arrasadas: Adriano pretendía acabar con la identidad judía. Prohibió la Torá y el calendario judío e hizo asesinar a estudiosos y eruditos. Los rollos sagrados fueron quemados solemnemente en el Monte del Templo, donde se instalaron una estatua de Adriano y otra de Júpiter. Fue entonces cuando rebautizó Judea como Palestina y pretendió erigir Aelia Capitolina sobre las ruinas de Jerusalén, ciudad a la que los judíos tenían prohibida la entrada. La vida judía tuvo entonces su centro en Babilonia; hasta que, en el siglo IV, Constantino permitió el ingreso, una vez al año, de los hebreos en su ciudad sagrada para que conmemoraran su derrota ante el Muro Occidental.

Sabemos que para la época de las Cruzadas la vida judía había retornado a la zona, y que Jerusalén había vuelto a ser Jerusalén, si bien ya era codiciada por los musulmanes.

En una página de excepcional valor: http://www.imninalu.net/myths-pals1.htm , puede el lector disponer de una serie de citas de personajes célebres, en su mayoría cristianos, que en los siglos posteriores visitaron lo que solía llamarse (con inusual precisión) Tierra Santa. No me resisto a transcribirlas:

En 1590 un "simple visitante inglés"' en Jerusalén escribió: "Nada allí es interesante, excepto un poco de las viejas murallas que aún permanecen, todo el resto es matas, espinos y cardos".

En 1844, en De Jaffa a Jerusalén, William Thackeray anotó: "Luego entramos en el distrito montañoso, y nuestros pasos se sentían sobre el lecho seco de un antiguo torrente, cuyas aguas deben [de] haber sido abundantes en el pasado, así como la tenaz y turbulenta raza que una vez habitó esos salvajes montes. Debe [de] haber existido algún cultivo unos dos mil años atrás. Las montañas, o grandes montes rocosos que circundan este pasaje rústico, tienen crestas sobre sus laderas hasta la cima; en estas terrazas paralelas hay aún algo de suelo verde: cuando el agua fluía aquí, y el país era habitado por esa extraordinaria población que, según las Sacras Historias, era numerosa en la región, estas terrazas de montaña deben [de] haber sido jardines y viñedos, como los que vemos hoy a lo largo de las costas del Rin. Ahora el distrito es completamente desértico, y se lo recorre entre lo que parecen haber sido muchas cascadas petrificadas. No vimos animales en aquel paisaje rocoso; escasamente una docena de pequeñas aves durante todo el recorrido".

En 1857, el cónsul británico James Finn escribió: "El país está considerablemente despoblado de habitantes y por lo tanto su mayor necesidad es de presencia humana".

Diez años más tarde, Mark Twain escribirá, en The Innocents Abroad: "No hay ni una aldea solitaria a través de toda la extensión [del valle de Jezreel, en Galilea]; no por treinta millas en cualquier dirección (...) Uno puede recorrer diez millas en la región sin ver un alma viva. Para experimentar el tipo de soledad que causa tristeza, ven a Galilea (...) Nazaret es abandono (...) Jericó yace en desolada ruina (...) Bethlehem [Belén] y Bethania, en su pobreza y humillación (...) desposeídas de toda criatura viviente (...) Una región desolada cuyo suelo es rico, pero completamente despojado de todo (...) una expansión silenciosa, lúgubre (...) una desolación (...) Nunca vimos un ser humano en todo el recorrido (...) Difícilmente se ve un árbol o un arbusto en algún lado. Incluso el olivo y el cactus, aquellos amigos del suelo árido e indigno, han desertado (...) Palestina yace en silicio y cenizas (...) desolada".

La vida judía no se había interrumpido, sin embargo, en Jerusalén, cuando a finales del siglo XIX Herzl y otros iniciaron el proyecto sionista. Pero aquello era al principio un erial, deshabitado durante siglos. Para comprender con plenitud el proceso que se llevó a cabo para construir una nación en ese territorio terriblemente hostil recomiendo las obras de dos grandes escritores españoles: Israel, una resurrección, de Julián Marías, publicado en Buenos Aires en 1968 por la editorial Columba, e Israel, 1957, de Josep Pla (Destino, Barcelona, 2002).

Cuando, en 1948, se creó el Estado de Israel en la parte del territorio que correspondía a los judíos de acuerdo con el Decreto de Partición, no fueron los palestinos, que no existían, los que se opusieron y prometieron arrojar a los hebreos al mar, sino la Liga Árabe:

En 1970 Arafat explicó a la periodista Oriana Fallaci: "La cuestión de las fronteras no nos interesa (...) Desde el punto de vista árabe, Palestina no es más que una gota en un enorme océano. Nuestra nación es la nación árabe, que se extiende desde el Océano Atlántico [sic] hasta el Mar Rojo y más allá. La OLP combate a Israel en nombre del panarabismo. Lo que usted llama Jordania no es más que Palestina".

En 1977 Zahir Muhsein, portavoz y miembro de la dirección de la OLP en representación de la organización Al Saiqa, declaró en una entrevista con el diario holandés Trouw:

"El pueblo palestino no existe. La creación de un Estado palestino es sólo un medio para proseguir nuestra lucha contra el Estado de Israel por nuestra unidad árabe. En realidad, actualmente no hay diferencias entre jordanos, palestinos, sirios y libaneses. Sólo por razones políticas y tácticas hablamos de la existencia de un pueblo palestino, puesto que los intereses nacionales árabes exigen que postulemos la existencia de un "pueblo palestino" diferenciado para oponerse al sionismo. Jordania, que es el Estado soberano que definió fronteras, no puede reclamar Haifa y Jaffa. En tanto que palestino, puedo sin duda reclamar Haifa, Jaffa, Beer-Sheva y Jerusalén. Sin embargo, desde el momento en que reclamamos nuestros derechos sobre toda Palestina, no perderemos un minuto en unir Palestina y Jordania."

No era, no obstante, algo nuevo. En 1956 Ahmed Shukari, embajador de la Liga Árabe ante la ONU, había expresado con contundencia:

"Una creación como Palestina no existe en absoluto. Esa tierra no es nada más que la parte meridional de la Gran Siria."

Fiel a la tradición racista que le llevó a perpetrar la matanza de Hebrón de 1929 y otros pogromos masivos en años sucesivos, fiel a la vieja amistad que le unió a Hitler y le llevó a organizar para él la 13ª División de Montaña SS Handschar (favor devuelto por el Führer con el asesinato de 400.000 judíos que en principio iban a ser enviados a Palestina), en 1947 el muftí de Jerusalén, Amin el Husseini, tío de Arafat, dijo ante el comité especial de la ONU para Israel:

"Una consideración adicional de gran importancia para el mundo árabe es la uniformidad racial. Los árabes vivieron en una amplia faja que se extiende desde el Mar Mediterráneo hasta el Océano Índico. Hablan una lengua y comparten historia, tradiciones y aspiraciones comunes. Su unidad fue el sólido fundamento para la paz en una de las más importantes y delicadas regiones del mundo. Por esta razón no tiene sentido que las Naciones Unidas faciliten el establecimiento de una entidad extranjera en el interior de arraigada unidad."

La uniformidad racial es dudosa, y, por supuesto, Husseini hablaba a conciencia de que en el llamado mundo árabe conviven muchas otras etnias y lenguas: véase el caso de Egipto, al que Nasser denominó República Árabe, donde conviven decenas de razas diferentes y hay una cantidad notable de nubios, etíopes, bereberes, bejas, etc., y donde no todos hablan el dialecto árabe oficial. El verdadero factor de unidad era y es el islam.

Entonces, cuando hablamos de paz, ¿de qué paz hablamos? ¿Entre quién y quién? Es obvio que el señor Abbas habla en nombre de unos 1.300 millones de musulmanes y Netanyahu lo hace en nombre de cerca de ocho millones de israelíes, de los cuales unos siete son judíos. En todo el mundo hay entre 13 y 14 millones de judíos, no todos partidarios de la preservación del Estado de Israel: la mitad no vive allí, y de esa mitad una amplia proporción está decididamente secularizada y asimilada en otros países. Pero aun cuando los 13 o 14 millones constituyesen una unidad comparable a la musulmana, toca a un judío por cada cien musulmanes.

martes, 16 de noviembre de 2010

Estas son las 23 frases que pasarán a la historia de ZP

Las frases de Zapatero:

1º. "No son parados, son personas que se han apuntado al paro".
2º. "Lo de que hay crisis es opinable".
3º. "Mientras yo sea presidente no habrá trasvase del Ebro".
4º. "Hoy estamos mejor que hace un año y dentro de un año estaremos mejor que hoy"
5º. "Estamos en la Champions League de la economía".
6º. "La crisis de las hipotecas subprime no afectará a España, eso es cosa de EEUU".
7º. "Haré del Parlamento el centro de la política nacional".
8º. "España tiene el mejor sistema financiero de la comunidad internacional".
9º. "Necesitamos que nuestros hijos reciban una buena educación para la ciudadanía para que vean el mundo en colores".
10º. "UGT, necesito vuestro apoyo y vuestro cariño".
11º. "Somos la 8ª potencia mundial, la envidia de Europa y pronto superaremos a Francia como ya hemos hecho con Italia".
12º. "La derecha reaccionaria nos ha llevado al capitalismo salvaje".
13º. "España ha vuelto al corazón de Europa".
14º. "Estoy muy de acuerdo (en multar a los establecimientos que no rotulen en catalán)".
15º. "El cambio climático causa más muertes que el terrorismo internacional".
16º. "El cambio climático es una de las causas de la recesión".
17º. "EEUU sumió al mundo en la crisis y la Unión Europea le sacará de ella."
18º. "La cuestión no es qué puede hacer Obama por nosotros, sino qué podemos hacer nosotros por Obama"
19º. "La próxima legislatura lograremos el pleno empleo en España. No lo quiero con carácter coyuntural, lo quiero definitivo".
20º. "La crisis es una falacia, puro catastrofismo."
21º. "La vuelta al crecimiento económico es inminente"
22º. "España no se rompe, está más unida que nunca"
23º. "España está a punto de salir de la crisis, si no lo ha hecho ya"

martes, 2 de noviembre de 2010

Día de Muertos

jueves, 9 de septiembre de 2010

Año nuevo hebreo – Principio del cambio



En vísperas del nuevo año hebreo y al comenzar las fiestas de principios de año, salimos a entrevistar al Rav Dr. Michael Laitman sobre el año que pasó



, el significado cabalístico de Rosh ha Shaná (año nuevo hebreo), y principalmente sobre lo que nos espera en este próximo año según la sabiduría de la Cabalá.
Por: Eli Vinocur y Avihú Soffer



Un nuevo año se acerca y se siente una atmosfera festiva, la gente saluda bendiciendo el nuevo año y se prepara para el banquete familiar. ¿Cuál es la base de este acontecimiento según la Cabalá? ¿Qué significado espiritual tiene la fiesta de Rosh ha Shaná?
Rav: Como ante toda novedad, también en el umbral del nuevo año, esperamos naturalmente algo mejor. La sabiduría de la Cabalá nos explica, efectivamente, que Rosh ha Shaná simboliza un cambio positivo, pero se trata de un cambio maravilloso y mucho más grande del que nos podemos imaginar ahora.
Según la Cabalá, el año nuevo simboliza el comienzo de un camino espiritual nuevo en la vida del hombre, su nacimiento espiritual. Cuando el individuo vive dentro de su rutina diaria, su vida pasa y de hecho, no tiene libre albedrio. El proceso de desarrollo de su vida está dictado completamente por los genes impresos en él y por la sociedad que lo rodea, y estos puntos marcan absolutamente los eventos de su vida. Hasta se podría decir que es activado como un robot. Así se maneja hasta que en alguna de sus encarnaciones, llega el momento en el que comienza a formularse preguntas esenciales, como: ¿para qué vivo?, ¿por qué vivo?, ¿qué hay después de esta vida? Cuando estas preguntas se despiertan en él, el hombre está ya maduro para entrar a un nuevo camino, del que podrá nacer en una realidad distinta, completa y eterna. Este es el estado espiritual que simboliza la fiesta de Rosh ha Shaná.


Y cuando Ud. Dice que “Rosh ha Shaná simboliza el nacimiento del hombre”, ¿se refiere, acaso, a la parte espiritual en el hombre?
Rav: Por supuesto. La sabiduría de la Cabalá se refiere únicamente a la parte espiritual en el hombre, a su alma. Según esta, “Adam” (en hebreo – humano) es quien ha comenzado a sentir en su interior la necesidad de desarrollarse espiritualmente, quien ya siente una atracción hacia algo que se encuentra más allá de este mundo. Si bien aún no sabe por qué y para qué, algo lo empuja hacia arriba.
La palabra “Adam”, es derivada de “Adamé” (semejanza) al Superior, al Creador. De momento que el hombre siente en él esta nueva atracción interna, significa que se despertó en él la chispa del alma, que comienza a moverlo hacia el mundo espiritual. Y entonces, de manera natural, llega a la sabiduría de la Cabalá, ya que esta es el método destinado para proveerle la Luz Superior que desarrollará esa chispa en el alma, y luego la llenará de abundancia infinita.



Volviendo al tema de los símbolos, ¿qué significa la manzana mojada en miel, que es tan identificada con esta festividad?
Rav:
La miel simboliza endulzamiento, que en la Cabalá significa corrección. O sea, corrección del ego. La sabiduría de la Cabalá nos explica que no debemos destruir o borrar nuestro ego, sino que debemos aprender a corregirlo y utilizarlo en una forma más correcta. En cuanto sepamos usar correctamente todos nuestros deseos y atributos, estos se convertirán en buenos. La corrección del ego humano es la llave que puede llevarnos a una vida de felicidad. Únicamente de esto se habla en el “pecado del primer hombre”, que está mal interpretado en tantas culturas.


Usted nombra al “Primer Hombre” – aquí no se trata, probablemente, de la leyenda sobre la manzana prohibida, o algo así. ¿Qué es, entonces, ese concepto cabalístico llamado “Primer Hombre”?
“Primer Hombre” es un término cabalístico que indica la recopilación de todas nuestras almas. Almas que existían aún antes de la creación del universo, del planeta Tierra tal como lo conocemos o nuestra vida sobre él.
Es una estructura espiritual de una sola alma grande, en la que se encuentran todas las almas en estado de unión maravillosa.
Esta alma integral quiso elevarse al grado del Creador y asemejarse a Él, pero fracasó en este acto. Dentro del alma se reveló el ego, un deseo propio tan grande, que provocó su caída rompiéndose en añicos, en vez de unirse con el Creador. Reitero que estamos hablando únicamente en términos espirituales, y es importante no equivocarse o, Dios no lo permita, imaginarse fantasías.
El “rompimiento” se refiere a que todas las almas que anteriormente estaban en unión, en una conexión maravillosa y en amor mutuo entre ellas, ahora se han desconectado una de la otra y se han dividido en muchísimas partículas separadas. En vez de amor, se reveló entre ellas el odio. Este proceso se llama “pecado del primer hombre”.



Y nosotros ¿somos fragmentos de esas almas?
Si, somos esas almas particulares, y en cada uno de nosotros se encuentra una pequeña chispa de esa alma general. Pero esa chispa es aún demasiado pequeña. En primera instancia esta existe en nosotros como un pequeño punto, como una célula en el cuerpo. El momento en que se despierta en nosotros la pregunta sobre la razón de la vida, es la correcta señal para nosotros de que estamos maduros para desarrollarnos en dirección espiritual.



Entonces, de hecho, ¿somos todos participantes de la misma misión espiritual?
Exactamente. Y por eso nos denominamos “hijos de Adam”, porque todos somos resultado de esa alma general llamada “Primer Hombre” (Adam Rishon). Hoy estamos en una era en la que la humanidad entera se enfrenta a serias preguntas existenciales. La pregunta sobre el propósito de la vida, su existencia y la necesidad de entender la esencia del proceso que la humanidad experimenta, es un tema de interés común. La crisis general de la que somos testigos, la desesperación que agobia a muchísimas personas, acercan al mundo hacia preguntas sustanciales. En estos días, la humanidad entera se encuentra al umbral de una nueva era. Según la Cabalá, esta es una excelente oportunidad para dejar lugar a un nuevo año y un cambio espiritual general dentro de nosotros.



Nos gustaría preguntarle algunas preguntas personales, si es posible. ¿Se siente usted optimista en cuanto al nuevo año?
Muy optimista. Veo cómo crece y aumenta el inmenso interés por la sabiduría de la Cabalá en todo el mundo. Siento el progreso espiritual entre nuestros estudiantes, que hoy en día su número se acerca a un millón trescientos mil. Por eso es que tengo buenas razones para ser optimista.
Además de este progreso, tengo esperanzas de que en este próximo año el tema de la “corrección del ego” se manifieste en los titulares a nivel mundial. Debemos preocuparnos de que el interés central a la orden del día en este próximo año esté en acercar la humanidad al propósito eterno por el que fue creada.



Y, ¿qué desea usted para sí mismo en este venidero año?
Espero que logre ver el mundo descubrir y entender la verdadera razón de la crisis que nos invade. Deseo que la humanidad entienda que el sufrimiento que muchos de nosotros experimentamos es para empujarnos hacia la meta eterna de la vida y que la sabiduría de la Cabalá tomará su apropiado lugar como el método destinado a atraer la abundancia al mundo.



¿Qué le desea al pueblo de Israel en este próximo año?
Estoy lleno de esperanza de que nuestro querido pueblo comprenda, durante el nuevo año, que tiene una misión especial. Fuimos formados de una calidad especial que origina de la obligación espiritual que tenemos hacia la humanidad.
Nuestra unicidad está en que en nuestras manos se encuentra el método de corrección. El método que debe elevar al mundo a una vida de paz y amor. Sólo en el momento en el que pongamos en práctica el método entre nosotros mismos, y luego lo transmitamos al resto de la humanidad, sabremos que hemos realizado nuestra función como pueblo. Entonces también lograremos elevarnos a la cima de la existencia humana. De este modo acercaremos al mundo entero al contacto con la Fuerza Superior, la fuerza del amor, y lograremos realizar lo escrito – “y todos me conocerán, del más pequeño al más grande”.


Aquilino Duque


Tras cruzar una fornida verja, recorro un pequeño camino de tierra hasta la casa del escritor Aquilino Duque (Sevilla, 1931), licenciado en Derecho, miembro de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras desde 1981, profesor de lengua española en diversas universidades extranjeras, funcionario internacional en Ginebra y Roma. Su obra abarca desde ensayos, artículos, poesía, traducciones, novela. Posee diversos premios, entre ellos, el Nacional de Literatura de 1975 por su obra El Mono Azul, siendo finalista del Nadal por la misma obra, el Washington Irving de cuentos, el premio Leopoldo Panero (1968) y el Fastenrath (1972) de poesía.

Me recibe afectuoso y amable y nos sentamos en su luminosa y agradable biblioteca.


Cuando se leen comentarios sobre usted, se encuentran adjetivos como integro, honesto, también se lee: políticamente incorrecto, fiel a sus principios, todo como algo excepcional o fuera de lo común. ¿Sorprende tanto en la España actual que un personaje público tenga un criterio propio sólido y sea fiel a sus principios?

Pues sí, es bastante sorprendente. La literatura de testimonio, de moda hace unos años, ponía el grito en el cielo constantemente, eran antifranquistas por sistema, hoy no protestan por nada. Esa supuesta “inteligenzia” tiene un doble discurso, uno pretendidamente democrático y “progresista” y otro de defensa de las dictaduras comunistas. Yo pienso que, según las circunstancias, hay democracias buenas y malas, y hay dictaduras buenas y malas, dictaduras que, en un momento dado, restablecen la prosperidad de un país, vease el caso de Chile por ejemplo.

¿Por qué esa habilidad de la izquierda para adueñarse de la intelectualidad, de la cultura?

“La derecha se cura leyendo” se decía, yo diría ahora que la izquierda se cura leyendo. La izquierda, infiltrada en todos los estamentos del Movimiento, supo hacerse con la propaganda, con la educación, minar el sistema desde adentro. Los intelectuales, los escritores de la “derecha” han sido olvidados por sistema, incluso los asesinados como el poeta malagueño del 27 José Mª de Hinojosa ha corrido suerte contraria al también asesinado Lorca, éste mitificado, aquél borrado de la memoria.

Santiago Carrillo es, hoy por hoy, un héroe de la llamada “transición española”. Implicado en la matanza de Paracuellos, estalinista, amigo intimo del tirano comunista Ceaucescu, ¿se le perdona todo a estos personajes que yo llamaría comunistas vividores?

El exilio comunista español, al que yo traté por mi condición de funcionario internacional, vivían como reyes, amparados por el Partido Comunista ruso. Prieto y Negrín expoliaron al PSOE, pero el Partido Comunista español sí disponía de fondos ilimitados. Como decía antes, han sabido controlar la propaganda y han dispuesto de medios materiales para ello.

Hace poco se ha reeditado su novela La Rueda de Fuego, obra de 1970 calificada como experimental ¿es una obra difícil para el lector?

En absoluto, quizás en 1970 si, pero no para el lector actual, es asequible al lector medio de hoy. Quizás entonces ofrecieran cierta dificultad algunos pasajes en inglés y francés que aparecen en boca de algunos personajes, pero son frases que se entienden por su contexto. Yo necesito oír a mis personajes, me los hace creíbles escucharlos en su lengua natural, con sus sintaxis y sus modismos propios.

Usted fue Premio Nacional de Literatura en 1975 con su novela El Mono Azul, en ella se muestra un gran respeto por esos campesinos y obreros que, por ciertas condiciones sociales, cayeron en brazos del comunismo o el anarquismo, pero fue gente que conservó el sentido del deber, de la honestidad. ¿La clase trabajadora actual ha perdido esos valores?

Esa novela también fue finalista del premio Nadal y no lo ganó porque al jurado le dio miedo dármelo, por mis ideas políticas. Entonces yo vivía en Roma y, hasta entonces, existían dos premios nacionales, el José Antonio de poesía y el Cervantes de narrativa, el de poesía desapareció y al Cervantes se le cambió el nombre. En Italia no se publicó porque al editor le pareció una novela demasiado liberal. Hubo quien opinó que El Mono Azul es la obra de la verdadera “reconciliación nacional”.
En cuanto a los trabajadores de hoy día, forman parte de una clase media creada en la prosperidad del franquismo, pero educados en el conformismo y la antiespaña.

Recientemente también ha sido reeditada su divertida novela El piojo rojo, entre otros personajes, se satiriza a esos típicos progres, embaucadores que viven a costa del mito revolucionario, personajes de plena vigencia en la España zapateril ¿Es el progre de hoy más patético que nunca?

El progre de hoy no tiene una utopía que ofrecer, tras la caída del socialismo en Rusia y toda Europa del Este apenas les quedan referentes de países con régimen marxista, su postura es destructora, antes en base a ese futuro radiante, eso hoy ya terminó, no piensan en el futuro, sino en disfrutar. Mantienen el folklore revolucionario, con Cuba, Venezuela, etc.

Usted fue pionero en la valoración y reivindicación de Doñana. Su obra El Mito de Doñana se adelanta a la moda ecologista actual ¿cómo ve a esos grupos llamados verdes que denuncian atentados ecologistas según el color del gobierno del momento?


El Mito de Doñana combate el ecologismo de conveniencia política. El ministro Robles Piquer me encarga el libro, pero tras la caída del gobierno Arias Navarro, estuvo paralizado un par de años.

En un bonito artículo suyo, El mapa incompleto, donde se refiere a su obra autobiográfica El rey mago y su elefante, recuerda su infancia y cuenta, en una sutil y elegante ironía, la perdida de una pieza de madera en un viejo puzzle del mapa de España, la correspondiente a las provincias vascongadas. ¿Se ha perdido definitivamente esa pieza, estamos desintegrando el puzzle?


Aún confío en que España reaccione, el pueblo español, a España la salvarán los españoles. La gente tiene miedo, pero tengo la esperanza de que al final despierten. No se trata de que llegue un salvador, aunque un personaje con determinado perfil no sería mal recibido, pero es muy improbable que eso ocurra, además como ya digo la salvación debe venir de los mismos españoles.

Por último Aquilino, ¿echa algo en falta en su extensa bibliografía?, ¿quizás, como usted mismo ha manifestado, ese Ulyses español?

No echo nada en falta en mi obra, entre otras cosas porque no es una obra aún cerrada, está incompleta porque mi vida sigue. No me planteo tampoco el crear obras trascendentes, lo que persigo es que mi obra sea amena y fácil para el lector, que lo pase la gente bien leyéndome. Y, si acaso, dar testimonio de una época.




Una entrevista de Javier Compás para Minuto Digital

martes, 7 de septiembre de 2010

De nuevo las fosas del franquismo Garzón, ¿juez íntegro o prevaricador?

Plataforma 2003

Arnaud Imatz
Politólogo



¿Pervive el espíritu de la Transición democrática que marcó la vida política española durante más de un cuarto de siglo? ¿Se trata solamente de un recuerdo desgastado? A juzgar por la ola de sectarismo levantada en la primavera de 2010 por "el asunto del juez Baltasar Garzón", la cuestión merece ser expuesta.

Según la opinión general, la instrucción contra el magistrado-astro exacerbó las tensiones del país, dividiendo la opinión pública en dos campos. Un deterioro del clima político tanto más lamentable al tiempo que España sufre una crisis económica profunda.

En varios días de informaciones-desinformaciones, el juez de la Audiencia nacional Baltasar Garzón se convirtió en un verdadero fenómeno popular. Sus admiradores eran unos millares que consideraban que hay que protestar "contra la impunidad del franquismo" (24 de abril de 2010). En las calles de Madrid enarbolaban la bandera tricolor de la República y la bandera roja comunista. Reclamaban a grandes gritos la vuelta de la República y la ilegalización del Partido Popular. Para todos ellos no había duda: el proceso contra el juez manchaba la memoria de las víctimas y constituía un "escándalo sin precedente".

¿Intenciones excesivas de una minoría de revanchistas? ¡Cierto! Pero el asunto es preocupante. Personalidades habitualmente poco propensas al radicalismo extremista avivaron el fuego. El diario próximo al gobierno, “El País”, sostuvo sin reserva a Garzón, reproduciendo las intenciones más insultantes para el Tribunal Supremo, y criticando a la vez, a Luciano Varela, juez encargado de la instrucción.

Para comprender verdaderamente el asunto Garzón, hay que tomarse el trabajo de informarse seriamente. Evidentemente, los grandes medios de comunicación no consideran útil hacer este trabajo.

Un detalle importante ha sido pasado en silencio. Garzón no es juzgado por haber querido abrir las “fosas del franquismo” o investigar sobre los crímenes del régimen, sino por "prevaricación voluntaria" o falta grave a las obligaciones de su cargo. En un Estado de derecho, con más razón en una democracia, a partir del momento en que un juez pretende sustituir al legislador, en el momento en que viola deliberadamente la ley, está jurídicamente “muerto”. Esto, no lo ignora un jurista digno de este nombre.

Volvamos sobre los hechos

El 26 de diciembre de 2007, José Luis Zapatero hace aprobar una "ley de memoria histórica" cuyo origen se encuentra en una propuesta del Partido Comunista (Izquierda Unida). Esta ley tiene por objeto honrar y recuperar la memoria de todos los que fueron víctimas de injusticias por motivos políticos o ideológicos o de creencias religiosas durante y después de la guerra civil. Es el resultado de un consenso entre la izquierda y los partidos nacionalistas vascos (PNV) y catalán (CIU). Estos últimos, de sensibilidad demócrata-cristiana, consiguieron hacer admitir las "creencias religiosas" entre los motivos de represión. Su enmienda se reveló sin embargo de un efecto limitado. Desde su promulgación, la "ley de memoria histórica" ha sido interpretada sistemáticamente en favor de los representantes y simpatizantes del campo republicano y de sus descendientes.

Consciente de manejar una bomba de efecto retardado, el gobierno socialista primero escogió la inercia. Como dijo el secretario general de Amnistía internacional, Claudio Cordone, en materia de exhumaciones de los restos de las fosas comunes no hizo "prácticamente nada" (El País, 27-mayo-2010). Se contentó con dejar actuar a las asociaciones privadas generosamente subvencionadas.

El 16 de octubre de 2008, Baltasar Garzón, juez de instrucción de la Audiencia nacional, se pronunció sobre 22 denuncias "de Asociaciones de recuperación de la memoria" sobre "genocidio y crimen contra la humanidad". Primeramente, el magistrado se declaró competente para instruir la totalidad "de crímenes del franquismo" y autorizó la apertura urgente de 19 fosas. Luego, para evitar ser desaprobado por sus pares, ordenó que "la instrucción necesaria" fuera llevada por los jueces competentes. El ministerio público inmediatamente reaccionó por la voz del fiscal, Alberto Zaragoza, quien censuró a Garzón por haber eludido la ley de amnistía de 1977 y querido realizar un tipo de inquisición general que recordaba la instrucción general (Causa General) llevada por el ministerio público de Franco, entre 1940 y 1943, lo que la Constitución prohíbe categóricamente. El fiscal también le reprochó al juez por atentar al principio constitucional de no retroactividad y por fundarse sobre reglas de derecho internacional que no existían en la época en la que los actos habían sido cometidos.

En la polémica, periodistas de derecha recordaron que el mismo juez Garzón había rechazado, en 1998, una querella semejante sobre "genocidio, tortura y terrorismo", contra el PCE y su Secretario general, Santiago Carrillo, el PSOE y el Estado español, denuncia presentada entonces por la Asociación de las familias y amigos de víctimas del "genocidio de Paracuellos del Jarama" (2.750 a 5.000 muertos según las fuentes). Garzón entonces había discutido la capacidad jurídica de la asociación de los demandantes y les había reprochado "romper las normas de retroactividad" y violar la Constitución. Hasta había rechazado su queja de "abuso de derecho" y puesto en duda la deontología de los abogados demandantes. Confirmando la posición del juez Garzón, el fiscal Pedro Rubira había declarado, algunos meses más tarde (marzo-2000), que los hechos habían prescrito y recordó que la ley de amnistía de 1977 se aplicaba con pleno derecho.

Diez años más tarde, fundándose sobre argumentos y una jurisprudencia radicalmente inversa, Garzón admitía la queja de las víctimas del franquismo. Desde entonces, no iba a tardar en caer en su propia trampa. En 2009, era objeto de tres querellas por "prevaricación voluntaria" depositadas por el Colectivo de funcionarios Manos Limpias y la asociación Libertad e identidad.

A principios de abril de 2010, sintiendo la suerte de su amigo Garzón sellada, el fiscal argentino del Tribunal penal internacional, Moreno Ocampo, propuso que el juez fuera trasladado al Tribunal Penal Internacional con la esperanza de bloquear el procedimiento de suspensión. Pero a pesar del acuerdo del ministerio público y del gobierno, a pesar de las manifestaciones de apoyo en la calle, a pesar de la propuesta de proyecto de ley de los comunistas de Izquierda Unida que pretendía modificar la ley de amnistía, la maquinaria judicial no pudo ser frenada.

Un triple proceso contra el juez Garzón

El 14 de abril de 2010, ha sido tomada una medida disciplinaria de suspensión en contra del juez por unanimidad por miembros de la Asamblea plenaria del Consejo General del Poder Judicial. Esto marca la apertura del triple proceso de Garzón ante el Tribunal Supremo (apertura de instrucción penal contra crímenes amnistiados por la ley, obtención de una ayuda económica por un banquero a quien instruía un asunto y la interceptación de comunicaciones entre abogado defensor y su cliente). El juez se arriesga a ser condenado a 20 años de incapacitación profesional.

No hay que equivocarse sobre las verdaderas razones de la amplitud de este asunto. Para los amigos de Garzón, las tribulaciones del juez son sólo un pretexto para dar cuerpo a sempiternas mentiras. Al oírlos, parece dar la impresión de que en 1936, los "buenos" habrían estado en un campo y los "malos" en el "otro"; todas las víctimas de los "franquistas" habrían sido personas honorables, héroes de la democracia; el espanto en el campo nacional habría sido infinitamente más brutal que el del campo republicano; la derecha sería la única responsable de la destrucción de la democracia y de la guerra civil; además, como heredera del franquismo, ella continuaría monopolizando el discurso y la memoria del conflicto.

Las mentiras

Primera mentira: las víctimas de los "franquistas" eran todas combatientes de la democracia, gente que debe hoy ser honrada y cuyos asesinos deben ser juzgados.

Según este discurso, poca importancia tiene que la vida en la zona de la Frente popular hubiera sido un infierno verdadero para la mitad de españoles. ¡Olvidadas las víctimas de la represión frente-populista debido a sus convicciones religiosas, o porque eran militares, nobles o burguesas, o simplemente de derecha!

No sabemos por qué debemos poner sobre el mismo plano a víctimas y verdugos. Tres ejemplos edificantes deberían bastar para comprender la perversidad de este raciocinio.

– Primer ejemplo: Juan Peiró y Agapito García Atadell. Peiró fue un dirigente anarquista, ministro del Gobierno frentepopulista durante la Guerra Civil, pero se trata de una figura ambigua que se opuso a algunas manifestaciones del terror "rojo" e intervino para salvar algunas vidas al tiempo que formaba parte del entramado responsable del proceso revolucionario y de los crímenes ejecutados materialmente por otros. Atadell, era un socialista, jefe de la Brigada de Investigación Criminal, que dependía directamente de la Dirección General de Seguridad del Ministerio de la Gobernación. Fue responsable de robos, violaciones y de más de ochocientas detenciones al margen de la legalidad, muchas de las cuales terminaron en asesinatos. Condenado a muerte por un consejo de guerra, fue también ejecutado. ¿Hay que honrar por eso la memoria de Peiró y de Atadell de la misma manera?

– Segundo ejemplo: Juan Duarte Martín. Era un joven seminarista de 20 años. Su historia es de una naturaleza que hiere la sensibilidad de las personas más endurecidas. Juan fue denunciado por sus vecinos y torturado durante ocho días en noviembre de 1936. Una joven mujer fue encargada de seducirlo pero como se negaba a romper su voto de castidad, un miliciano lo castró con una navaja de afeitar y le ofreció sus testículos a la señorita. Después de abrirle el vientre, todavía vivo, echaron gasolina por su cuerpo y le prendieron fuego. Durante este último tormento, Juan Duarte sólo decía: "Yo os perdono y pido que Dios os perdone... ¡Viva Cristo Rey!" Las últimas palabras que salieron de su boca con los ojos bien abiertos y mirando al cielo fueron: "¡Ya lo estoy viendo... ya lo estoy viendo!" Los mismos que intervinieron en su muerte contaron luego en el pueblo que uno de ellos le interpeló: "¿Qué estás viendo tú?" Y acto seguido, le descargó su pistola en la cabeza. El 28 de octubre de 2007, el sobrino de Juan, José Andrés Torres Mora jefe de gabinete de Zapatero, diputado socialista y promotor de la "ley de memoria histórica", asistía a la beatificación de su tío, uno de los 498 mártires entonces distinguidos por la Iglesia católica. ¿Tenemos que honrar hoy a los verdugos de Juan Duarte Martín so pretexto de que combatían en nombre de la libertad?

– Tercer ejemplo: el poeta comunista Marcos Ana. Este icono de la izquierda fue encargado de leer el manifiesto de apoyo del juez Garzón el 24 de abril de 2010. Escritor de 90 años, es el preso más viejo de España franquista. Pasó 22 años por las cárceles, según nos dijeron, por "un delito simple de conciencia". Hasta Pedro Almodóvar, quería realizar una película a su gloria. Lo que no se sabe tanto, es que Marcos Ana es el seudónimo de Sebastián Fernando Macarro, miliciano que fue condenado por el asesinato de tres personas inocentes conocidas por sus convicciones religiosas. En su expediente judicial nº 120976 aparecen los motivos de su condena: era un joven líder de las Juventudes Socialistas Unificadas, jefe de grupo en el "Batallón Libertad" de Alcalá de Henares. Macarro fue condenado a muerte en 1943, pero como era menor, en el momento de los hechos, en 1936, su pena fue conmutada a 30 años de reclusión. Este militante comunista, que jamás renegó su pasado, hoy es presentado como un combatiente de los derechos humanos.

La segunda mentira: el terror en el campo republicano fue infinitamente menos importante que el del campo nacional. Según los estudios más serios, el balance de la represión en la zona nacional se sitúa alrededor de 70.000 ejecuciones y el de la zona republicana alrededor de 60.000. Es muy probable que la cifra final de la zona nacional sea superior a la de la zona republicana. El terror rojo actuó con rigor durante tres años sobre un territorio que disminuía constantemente, mientras que el terror blanco duró más de tres años sobre un territorio cada vez más vasto. La cifra de la represión nacional incluye además las ejecuciones posteriores al conflicto para crímenes de guerra y represalias políticas. Esta "guerra de las cifras" no debe enmascarar un punto capital: hubo un terror blanco, pero hubo también un terror rojo, y, debido a su importancia, es difícil de creer que fue desorganizado o incontrolado como los comentadores más sectarios todavía afirman.

La tercera mentira: la derecha española, ayer responsable de la Guerra civil, sería hoy la heredera del franquismo. ¡Una tontería crasa! El Profesor americano, Stanley Payne, barrió recientemente la leyenda de la responsabilidad pretendida y única de la derecha en el origen de la Guerra Civil. Recordemos solamente un punto revelador: la izquierda revanchista exige periódicamente de la derecha una condena del golpe de Estado de 1936, pero jamás se arrepiente de su golpe de Estado de 1934.

En cuanto a la pretendida herencia franquista basta con recordar las cinco grandes etapas de la Transición democrática, para mostrar la falsedad de la afirmación de esta herencia pretendida de la derecha española:

1. El decreto ley que autorizaba las Asociaciones políticas fue promulgado por Francisco Franco, el 21 de diciembre de 1974, un año antes de su muerte.

2. La ley de Reforma política fue adoptada por las Cortes españolas el 18 de noviembre de 1976 (por 425 votos contra 59 y 13 abstenciones) y ratificada por referéndum popular el 15 de diciembre de 1976. Precisamente fue el sobrino de "José Antonio", Miguel Primo de Rivera, quien defendió delante de las Cortes el proyecto de ley presentado por el jefe de Gobierno Adolfo Suárez, el antiguo Secretario general del Movimiento, un texto que enterraba el franquismo y que había sido redactado en gran parte por otro antiguo Secretario general del Movimiento, Torcuato Fernández Miranda.

3. Las primeras elecciones generales legislativas del 15 de junio de 1977, se ganaron por la Unión de Centro Democrático de Adolfo Suárez, antiguo líder del Movimiento, por delante del PSOE de Felipe González.

4. La ley de amnistía fue adoptada por las Cortes el 15 de octubre de 1977 (296 votos a favor, 2 en contra, 18 abstenciones y uno nulo). Esta ley recibió el apoyo, sin la menor reserva, de la casi totalidad de la clase política (en particular líderes del PSOE y del PCE). Esta amnistía no se limitaba a la Guerra civil, sino concernía a todos los delitos cometidos para restablecer las libertades públicas o reivindicar las autonomías de las regiones de España (particularmente las acciones violentas de los maoístas del GRAPO y de los separatistas de la ETA). Pues no fue adoptada bajo la presión de los carros como hoy pretenden los amigos del juez Garzón. No fue tampoco ni una "amnistía-amnesia", ni una "cobardía", sino un acto de generosidad y de reconciliación. En 1977, el conjunto de la izquierda la defendía con vehemencia. La posición actual de los partidarios de Garzón, que quieren reformarla o anularla, constituye pues una curva de 180. Por fin, última etapa, que no había sido posible sin la ley de amnistía:

5. La adopción por el Congreso de la Constitución y su ratificación por referéndum el 6 de diciembre de 1978 (87 % de votos a favor).

La Transición democrática no fue una conquista de los enemigos de la dictadura

Los hechos están allí. Indiscutiblemente es la derecha franquista quien tomó la iniciativa de instaurar la democracia. La Transición democrática no fue una conquista de los enemigos de la dictadura, fue una elección deliberada la gran mayoría de los que habían estado allí y de sus principales líderes.

El escritor, Jorge Semprún, antiguo comunista y ministro de cultura socialista, declaraba hace poco: "La memoria de los vencidos no se tiene en cuenta, y sigue predominando la memoria de los vencedores, como ocurrió desde la posguerra hasta bien tarde. La retórica de la memoria de los vencedores es la que sigue predominando" ("La memoria es la vida", El País, 12-abril-2010). ¡Esto es ridículo! Precisamente la verdad es todo lo contrario. Si había un cierto consenso sobre las principales conclusiones relacionadas con los acontecimientos de la República y de la Guerra civil, éste voló en pedazo en los años noventa. Los autores favorables al Frente popular inundaron las librerías de libros, ocuparon los púlpitos universitarios y monopolizaron los grandes medios de comunicación. Después de la llegada de Zapatero la tendencia se reforzó. Pero en los años 2000, lo imprevisible se produjo. Una minoría de historiadores independientes, con Pío Moa a su cabeza, se sublevó. Antiguo comunista-maoísta, Moa rechazó las interpretaciones convencionales después de haber tenido acceso a los archivos de la fundación socialista Pablo Iglesias. Boicoteado, despreciado e insultado por los medios de comunicación oficiales, sin el menor apoyo del Partido Popular, estos grupos de resistentes debieron su salvación sólo al apoyo de centenas de millares de lectores y a los éxitos impresionantes de edición.

Ante la postura de los amigos de Garzón, el antiguo diputado, presidente de la Comunidad autónoma de Madrid, Joaquín Leguina, una de las figuras históricas del socialismo democrático español, particularmente representativo del espíritu de la Transición, lamentaba recientemente: "Es preciso reconocerle a Baltasar Garzón el éxito de haber aparecido, una vez más, en el New York Times y en otros notables medios internacionales, pero el mensaje que el juez y sus hooligans han conseguido colar allí es tan negativo respecto a los españoles que resulta siniestro. En efecto, este desgraciado asunto ha sembrado la idea de que en treinta años de democracia los españoles hemos sido incapaces de lidiar con el pasado, que la Transición fue una bajada de pantalones, que la Guerra Civil es un tema tabú y que buena parte de la derecha sigue siendo franquista. Un hatajo de mentiras" (Blog de Joaquín Leguina: 20 de abril de 2010, artículo "Adanismo"). En lugar de procurar de nuevo distinguir entre "buenos" y "malos", ya es hora de dar una visión justa y equilibrada del pasado.